DIRECTOR: Isao Takahata
Este largometraje de animación está enclavado durante la segunda guerra mundial. La aviación norteamericana somete las localidades japonesas a incesantes y despiadadas ofensivas aéreas. Como consecuencia de uno de ellos la madre del joven Seita y su pequeña hermana Setsuko fallece, a partir de aquí y tras una breve estancia en casa de su tía, ambos vagarán sin casa y sin rumbo, en una época donde la comida y la ayuda escasean.
Este largometraje de animación está enclavado durante la segunda guerra mundial. La aviación norteamericana somete las localidades japonesas a incesantes y despiadadas ofensivas aéreas. Como consecuencia de uno de ellos la madre del joven Seita y su pequeña hermana Setsuko fallece, a partir de aquí y tras una breve estancia en casa de su tía, ambos vagarán sin casa y sin rumbo, en una época donde la comida y la ayuda escasean.
Isao Takahata contribuye con este clásico de 1988 a engrandecer el mito de la productora japonesa Ghibli, el director logra con este filme algo muy difícil para una película de animación, hacer llorar. Claro está que no nos referimos a una película cualquiera, sino a una obra maestra, impecable desde cualquier punto de vista, salvo desde uno, la extrema dureza, algo que obligará a más de uno a dejar de continuar la historia por que no puede derramar más lágrimas. Película demoledora, sin concesiones, emotiva y seria. El dolor que transmite logra imbuirte en un tobogán emocional generado en gran parte por la dulzura de Setsuko. Otro de los grandes puntos del filme es el realismo, el cual genera un sentimiento antibelicista enorme, sin la necesidad de recurrir a escenas desagradables.
Quizá, si no han oído hablar de ella, crean que un servidor se ha vuelto loco o se ha pasado con el cava en estas fiestas, pero no es así y para ello les hago el último apunte que a lo mejor les da una idea representativa del largometraje. El que suscribe estas palabras se ha tirado casi media hora pensando si debía recomendar esta película.
Pd: Las dudas evidentemente no eran como consecuencia de la calidad de la película pues la considero como uno de las mejores películas de animación jamás tratados, una obra maestra. En fin, vale la pena pasar un mal trago.
Quizá, si no han oído hablar de ella, crean que un servidor se ha vuelto loco o se ha pasado con el cava en estas fiestas, pero no es así y para ello les hago el último apunte que a lo mejor les da una idea representativa del largometraje. El que suscribe estas palabras se ha tirado casi media hora pensando si debía recomendar esta película.
Pd: Las dudas evidentemente no eran como consecuencia de la calidad de la película pues la considero como uno de las mejores películas de animación jamás tratados, una obra maestra. En fin, vale la pena pasar un mal trago.
2 comentarios:
Cuanta razón tienes, que película más triste, tuve que quitarla a mitad porque no me apetecía seguir sufriendo, y eso que el final es superpredecible.
No solo de historias felices vive el anime...
Todo lo que hace la factoria Ghibli es impresionante, por la calidad de sus dibujos y el mensaje que imprime en cada una de sus obras. Tuve la oportunidad de estar en el museo Ghibli en Japon. Y es realmente alucinante.
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